Cuando se trata del envejecimiento de la piel, sólo hay un rey: el sol. Los rayos del sol no tienen igual a la hora de dañar la piel. Los días de obtener un “brillo saludable” han terminado ahora que la gente comprende el efecto que tiene la exposición al sol en la piel.
Aquí encontrarás información sobre cómo el sol afecta tu piel.
Cómo la exposición al sol acelera el envejecimiento de la piel
La luz solar que llega a la piel se puede clasificar en rayos UVA, UVB y UVC, básicamente ultravioleta A, B y C. Los rayos UVC son los más fuertes pero rara vez penetran la atmósfera terrestre debido a la capa protectora de ozono. Los rayos UVA (radiación ultravioleta de onda larga) penetran la dermis (la capa más profunda de la piel debajo de la epidermis) y provocan la aparición de signos comunes del envejecimiento, como líneas finas y arrugas. Esto se debe en parte a que estos rayos afectan la producción de colágeno y elastina del cuerpo. La radiación UVB (ultravioleta de onda corta) es la culpable de las dolorosas quemaduras solares porque los rayos UVB sólo llegan a la epidermis.
Las zonas con piel más fina necesitan más atención a la hora de protegerlas del sol, ya que son aún más susceptibles a sufrir daños. Estas áreas son la cara, el cuello y las manos. ¡Por supuesto, estas también son las zonas que quedan menos cubiertas cuando estamos al sol!
Arsenal anti-daños solares
El uso regular y religioso de protector solar no es una opción, es un requisito si quieres evitar que tu piel envejezca prematuramente. El valor del SPF nunca debe ser inferior a 15 y el protector solar debe bloquear los rayos UVA y UVB.
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